jueves, 16 de junio de 2011

Apagones facilitan la delincuencia.




Especialistas consideran que la falta de electricidad (programada o cortes), beneficia la acción criminal. La oscuridad crea agudos estados de ansiedad en la población ante la inseguridad.

Tal Cual.- Ya sometida a un alto índice delincuencial, vuelto crónico en los últimos 10 años, que va de 48 a 50 homicidios por cada 100.000 habitantes, de acuerdo a The Geneva Declaration on Armed Violence and Development y al Observatorio Venezolano de Violencia, la población enfrenta ahora una nueva amenaza a su seguridad personal con la reducción de electricidad, sea programada o por apagones, según especialistas en el área.
Lo primero es que el alumbrado público y la iluminación eléctrica forman parte de los pilares establecidos por los promotores del diseño urbano para la prevención del delito, estima Luis Cedeño, director de la ONG Paz Activa.
“Cuando tenemos un espacio público no iluminado se facilita 100% la ocurrencia de delitos. El esquema de prevención contempla el poste de luz como uno de sus pilares para contravenir la acción criminal. Si en un entorno se carece de iluminación y hay una víctima potencial y un victimario atento, entonces se favorece la intención del delincuente”. Adicionalmente tanto los cercos eléctricos, como las alarmas y los circuitos cerrados de TV utilizados en urbanizaciones, industrias, locales comerciales de los sectores populares y en los barrios, quedan desactivados por la falta de corriente, sea de día o sea de noche, lo cual hace más preocupante la situación.
Empresas de vigilancia privada recomiendan la instalación de un equipo UPS o backup para mantener operativa la central telefónica, a fin de proteger la comunicación del sistema de alarma de sus afiliados, así pueden atender la emergencia en caso de falla eléctrica.Otros especialistas en el campo policial aseguran que de esta forma se da un margen de unas dos horas aproximadamente.
Efectos en el ciudadano A este contexto se suman las creencias de las personas alrededor de la falta de luz, que podrían agudizar la percepción de indefensión frente a la delincuencia. “Desde niños tememos a la oscuridad y significa enfrentarse a lo desconocido. Esto, adjuntado a las condiciones y al grado de inseguridad existente en el país, crea altos niveles de ansiedad al unirse las amenazas imaginarias con las reales, las cuales ocasionan una serie de efectos en las personas”, afirma la psiquiatra Indira Parra, miembro de la directiva de la ONG Liga Antiviolencia.
Calcula entre sus colegas, que han aumentado las consultas con pacientes que presentan trastornos de ansiedad, fobias, ansiedad generalizada, ataques de pánico y estrés post traumático. “Estas personas han tratado de salir menos de sus casas, o requieren compañía para hacer sus diligencias y hasta hemos notado que muchos han disminuido la asistencia a sus trabajos”.
La gente tiene miedo, subraya Parra, y en algunos casos presentan dolencias físicas como falta de aire, palpitaciones en el corazón, no duermen bien, o experimentan la falta de apetito. “Son sensaciones que llevan a las personas a pensar que les va a ocurrir algo y acuden a las emergencias de los centros de salud en demanda de atención”.
Ante la ansiedad, clasifica la experta, las personas se paralizan, huyen o se enfrentan a su agresor, generalmente en desigualdad de condiciones, lo que es aprovechado por los criminales.
La policía también teme La dificultad en la acción policial es un elemento añadido, analiza Luis Cedeño. En las estimaciones estándar, el patrullaje policial en lugares de poca luz arroja que en 1 de cada 3 intercambios de disparos o enfrentamientos con el hampa, el presunto delincuente no estaba armado.
“Es doblemente más difícil para un policía identificar la amenaza en la oscuridad. Además, en estas condiciones tiene un estrés mayor y es más propenso a usar el arma de fuego. Muchos uniformados no harán patrullaje en lugares oscuros y peligrosos hasta de día. Aceptarán el reto, pero en la práctica lo evitarán porque en realidad van a estar más expuestos que cualquier persona”.
Cada 13 años, comenta el director de Paz Activa, la gente necesita el doble de luz para ver adecuadamente, y los funcionarios tendrán que recibir un entrenamiento especial para actuar en estas condiciones.
Epa, es con usted… -Las comunidades deben organizarse para tomar medidas de prevención y de alerta que respondan a un plan de acción combinado con las autoridades, pues la situación se va a mantener en los próximos meses. -Las cornetas que se utilizan en los estadios pueden ser útiles a los ciudadanos para avisar a la policía. -Tengan las linternas cargadas porque pueden ayudar en un momento de apremio. -Las personas con ansiedad deben tomar técnicas de respiración para controlar la angustia.
Por: Marianella Durán.





Resumen tomado de Seguridad y Prevension Bolgspot

lunes, 23 de agosto de 2010

Blackberrys, imanes del hampa


Durante enero de 2010 se robaron 23 mil teléfonos inteligentes


En la edición de este martes del diario “El Universal”, la periodista María Isolett Iglesias revela que el hampa sigue en la búsqueda de los teléfonos inteligentes. 23 mil de ellos fueron robados en el mes de enero.

Aunque no quisieron ofrecer los números de 2010, aseguraron que la tendencia se mantiene como la de 2009. El año pasado se robaron más 100 mil celulares en todo el país cada mes, y de ellos, 20 mil eran teléfonos de última generación.

Según el informe que ofrecieron fuentes de las empresas de telefonía más importantes, en enero se robaron 23.400 celulares inteligentes en todo el país. La mayoría, no especificaron cuántos, fueron BlackBerry.

El robo de celulares es uno de los principales delitos que se cometen en el país, en especial en Caracas. En 2009 cinco jóvenes murieron en la capital por resistirse al robo de su Black-Berry. En Venezuela, hasta 2009, el parque de telefonía móvil ascendía a 27.501.000 teléfonos, y de ellos cinco millones son de última generación.

Según fuentes policiales, el grueso de los robos de celulares ocurren en vías rápidas y en los baños de los principales centros comerciales, tal y como pasaba en 2009. Aun con la aplicación del plan Autopista Segura del MIJ una de las zonas más vulnerables es la Francisco Fajardo a la altura del distribuidor Altamira y en el distribuidor Metropolitano, y en la Cota Mil por Cotiza. También en la Francisco de Miranda entre Chacaíto y El Rosal, y en los alrededores de Plaza Venezuela.

El delito de robos de celulares en el país se nutre además de la facilidad para la reventa de equipos robados, una de ellas son los anuncios de compra de BlackBerry en BsF 1.000 en diarios regionales, esto aunque el precio de estos equipos va de BsF 1.500 a BsF 5.000. Además de esto, y aprovechándose de que en el país no hay una cultura de bloqueos telefónicos, existen sitios en Petare donde jóvenes se especializan en dejar libre un celular de última generación para que sirva en cualquier operadora.

domingo, 22 de agosto de 2010

Las Alambradas una barrera para entorpecer, obstaculizar y retardar los intentos de intrusión


Una alambrada es una estructura compuesta por varias líneas de alambres de acero, que han sido trenzadas bajo un sistema de torsión constante con púas entrelazadas, al ser instaladas sus líneas son separadas por postes de madera o metal; generalmente la conocemos como alambre de púas.

Han sido empleadas como barreras para delimitar terrenos, demarcar propiedades y protegerlas contra intrusos. Su diseño fue concebido originalmente en 1865 por el francés Louis Janin, sin embargo fue en 1874 cuando José F. Glidden en Illinois, recibiera la patente por el diseño que hoy día conocemos; extendiéndose su uso por diversas regiones de los Estados Unidos.

Desde su invención las cercas de alambre de púas, han sido altamente efectivas para disuadir el ganado, sin embargo son franqueables por los seres humanos. Durante la I Guerra Mundial las alambradas jugaron un papel preponderante, al hacer más compleja su estructura con varias líneas de alambradas de forma consecutiva; que eran consideradas una excelente barrera para proteger las trincheras y las líneas de retaguardia.

Los Manuales de Ingeniería Militar de la época reseñaban que “de todos los obstáculos o barreras, la alambrada era el de mayor importancia, ya que no hay trinchera que pudiera cumplir su cometido si no iba acompañada de ésta”. Así, podían construirse complejas alambradas de hasta diez metros de ancho que servían de obstáculo al avance de las fuerzas enemigas.

Prontamente, los grupos de asalto estaban provistos de tijeras especiales para abrir las brechas a los atacantes sobre las alambradas; pero posteriormente sería la artillería la mejor arma para destruirlas. Con la aparición de los carros de combate y los blindados en medio de la guerra estos obstáculos resultaron insignificantes, siendo reemplazados por las minas anti tanque y anti personal restringiendo su uso militar a posiciones realmente consolidadas.

La ingeniería militar hizo posible, formas más modernas y eficaces de alambradas; al fabricar concertinas con láminas de acero con punzantes puntas de altísima resistencia que dificultan el corte con cualquier herramienta de uso común que han sido galvanizadas para prevenir su deterioro con el tiempo.

Hoy día, las alambradas aún continúan siendo una eficiente barrera y una solución económica para cubrir grandes extensiones de terrenos, constituyendo en mucho de los casos el primer anillo de seguridad dada su extraordinaria capacidad de entorpecer, obstaculizar y retardar los intentos de intrusión.

En años anteriores este tipo de alambradas solo era accesible para uso militar, siendo empleada inicialmente en prisiones o instalaciones de extrema seguridad. Actualmente, se ha multiplicado su empleo y comercialización, siendo utilizada como barrera en casas particulares, edificios, escuelas, campos y fábricas.

Vuelven las bandas delictivas que desmantelan los cajeros automáticos con equipos de oxicorte


Con equipos oxicorte para desmantelar los cajeros automáticos y cargar con el dinero, bandas delictivas conocidas como los “Tele cajeros Express o los sopleteros” vienen azotando ciudades como Maracaibo, Barquisimeto, Maracay, Valencia, Barinas, San Juan de los Morros y los Valles del Tuy y este mes en Lecheria Edo. Anzoategui.

Hasta noviembre del año pasado se contabilizaban al menos 37 asaltos a Tele cajeros.

Según fuentes policiales, los asaltos son conformados por al menos quince delincuentes, quienes aplicando técnicas de protección se sub dividen en dos grupos, los primeros actúan como barrera conformando un anillo de seguridad alrededor del cajero con la intención de repeler cualquier respuesta policial; mientras otro grupo con equipos de oxicorte desmantelan el cajero hasta penetrar la bóveda y sustraer el efectivo.

Los equipos oxicortes o lanzas térmicas empleadas por estas bandas pueden derretir y penetrar chapas de acero y otros elementos ferrosos de considerable espesor tras alcanzar temperaturas superiores a los 900º C, desmantelando así el blindaje de las bóvedas de los cajeros automáticos.

martes, 3 de agosto de 2010

2.177 homicidios en Caracas este año

A la morgue de Bello Monte ingresaron 3.111 cadáveres en los 7 primeros meses del año debido a hechos de violencia ­homicidios, suicidios y accidentes de tránsito­ en el área metropolitana de Caracas, de acuerdo con el registro hecho por El Nacional mes a mes.

De acuerdo con los cálculos de expertos en seguridad ciudadana y de personal de la medicatura forense, 70% de los cadáveres que llegan a la morgue corresponde a víctimas de homicidios, lo que quiere decir que en Caracas ocurrieron 2.177 asesinatos entre el 1º de enero y el 31 de julio de 2010. En promedio 15 personas perdieron diariamente la vida.

Luis Cedeño, sociólogo y director de la ONG Paz Activa, explicó que la táctica del Gobierno es no declarar sobre el tema para dar la sensación de que no está pasando nada. "Si no dan estadísticas oficiales es porque para ellos no existe ese problema. Si el Gobierno no contradice las cifras con las que trabajamos las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación es porque son válidas o porque las verdaderas son peores de lo que se publica", indicó.
La inseguridad y la violencia en el país, especialmente en Caracas, forman parte de la cotidianidad de los venezolanos pues, según Cedeño, en las encuestas de opinión aparecen como el principal problema, por encima de la inflación y el desempleo.

Víctimas colaterales.

Cedeño recordó que de acuerdo con los estudios que se han realizado en el país por cada persona que muere por arma de fuego hay otras dos o tres que resultan heridas. El experto concluye que las cifras obtenidas en relación con los programas de seguridad en Caracas y el país demuestran que lo hecho hasta ahora no ha tenido ningún tipo de resultado. "Hemos visto que con los planes aplicados las estadísticas bajan un poco, pero al año siguiente suben más. Se sabe además que la efectividad de las alcabalas y el patrullaje es de apenas 2% y que el modelo policial en el país es en función de roles y no de problemas delictivos", explicó.